Andrés Fabián Hurtado Barrera
Alcalde de Ibagué
El desarrollo económico se debe, entre otras cosas, a la circulación de bienes, materiales y servicios. En ese orden de ideas, la conectividad vial entre productor y consumidor es un elemento de suma importancia para el comercio y el progreso de la zona rural.
Lo anterior, se logra interviniendo la red vial terciaria de nuestra ciudad, ya que las vías permiten que nuestros campesinos traigan productos agrícolas a Ibagué, y del mismo modo, que las instituciones lleven salud, educación y servicios públicos al campo.
Iniciando nuestro Gobierno, fijamos la meta de intervenir 300 kilómetros de red vial terciaria, y a la fecha, hemos logrado un cumplimiento del 248 %. Esto significa que, con 669 kilómetros intervenidos, duplicamos la cifra proyectada, evidenciando nuestro compromiso con el campo y con el desarrollo económico de la zona rural.
Cuando se mejoran las vías de acceso al campo, la acción del Estado puede ser más diligente, en ese sentido, no es una coincidencia que, mientras intervenimos la red vial terciaria, al mismo tiempo llevemos servicios públicos, tal y como sucede con el proyecto de gasificación que a la fecha beneficia a más de 1.000 familias del Cañón del Combeima, San Juan de la China, San Bernardo y La Flor.
Del mismo modo, respondiendo a la tarea de implementar estrategias que fortalezcan la infraestructura técnica de los productores agrícolas, y que, por supuesto mejoren su calidad de vida, dimos viabilidad al proyecto de estufas ecoeficientes para viviendas rurales; esto evitará el consumo de leña y la generación de humo que afecte los pulmones de las personas en las 144 veredas, además de contaminar el ambiente en menor medida.
Llevamos al campo en nuestro corazón, por eso entregamos más de $ 4.400 millones a las Juntas de Acción Comunal para la construcción de placas huella en 104 veredas, y certificamos 500 mineros de subsistencia que llevaban esperando hace más de 40 años esta certificación para acceder a diferentes beneficios. Repito lo que dije en otra oportunidad, con esa arena que ellos producen y extraen de los ríos, hemos construido obras como el Panóptico, los escenarios deportivos, vías y el Hospital de Picaleña, entre otros.
Pero también construimos en la zona rural parques, ampliamos a 104 las Zonas Vibra de Internet gratuito, mejoramos bibliotecas, entregamos 8.000 gallinas ponedoras, kits para la instalación de 500 pozos sépticos, 4.400 metros de nueva tubería para acueductos comunitarios, Mega Colegios, polideportivos cubiertos, modernización del alumbrado público a LED, además de la compra de nueva maquinaria amarilla para el mantenimiento de las vías terciarias, entre muchas otras acciones.
Por último y no menos importante, es de conocimiento público que el campo ha sido el más afectado por la violencia, ha tenido que vivir como ninguna otra zona la guerra y es urgente que el Estado acoja a sus víctimas. En ese sentido, trabajamos en estos 4 años para sacar adelante 219 proyectos productivos para población víctima del conflicto armado, reafirmando, una vez más, nuestro compromiso social con quienes un día lo perdieron todo por cuenta de los violentos.
Cuando pensamos en soluciones para el problema económico, obviamos que el campo es una incalculable fuente de riqueza, que el progreso de todas las grandes regiones nació y sigue por ahí, por eso, apostamos por la zona rural y seguiremos trabajando por ella hasta el último día de este Gobierno.