Educardo Espinosa indicó que Ibagué está en alerta luego del hallazgo de una granada en días pasados.

Recordemos que esté artefacto fue encontrado en una vitrina de un almacén de motos, situación que ha encendido las alarmas sobre la creciente ola de inseguridad que golpea a la capital tolimense.

Para el personero municipal, lo que antes era un territorio tranquilo, hoy enfrenta una crisis que amenaza no solo la paz de sus habitantes, sino también su economía y atractivo turístico.

El hecho, ocurrido en una de las zonas comerciales más transitadas, ha generado conmoción y temor entre empresarios y ciudadanos. «Esto tiene que parar. Si no se toman medidas urgentes, llegaremos a un punto sin retorno», afirmó Espinosa Palacios, haciendo un llamado contundente a la administración municipal y a las autoridades para actuar con firmeza.

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La preocupación no es solo por la seguridad de los habitantes, sino por el impacto económico que este clima de incertidumbre genera. «Si no hay seguridad, no hay comercio, no hay inversión, no hay turismo», advirtió. Ibagué, conocida por su dinamismo comercial y su potencial turístico, podría ver afectado su desarrollo si no se toman acciones inmediatas.

Ante este panorama, Espinosa exige a la administración municipal redistribuir recursos para fortalecer la seguridad, aumentar el pie de fuerza, instalar más cámaras de vigilancia y reforzar la presencia policial en puntos críticos. La ciudad no puede permitirse que la violencia se convierta en su nueva realidad.

La incertidumbre crece entre los ibaguereños, quienes claman por soluciones urgentes. La pregunta es clara: ¿Responderán las autoridades antes de que la situación se descontrole?