Este incremento obedece a las indexaciones anuales de varios componentes de la estructura de precios, como la sobretasa al ACPM, las tarifas de transporte por poliductos y los costos de los biocombustibles. Estas medidas, reglamentadas y no discrecionales del Gobierno Nacional, se aplican cada enero.
Uno de los cambios significativos es el aumento en la mezcla de biodiésel, que pasa del 8 % al 10%, tras haber sido reducida temporalmente durante el último trimestre de 2024 debido a problemas de oferta del biocombustible. Este ajuste genera presiones sobre el precio, ya que el biodiésel tiene un costo significativamente mayor (21 mil 572 pesos por galón) en comparación con el ingreso al productor del combustible fósil, fijado en $5.526 por galón.
Sin embargo, para mitigar el impacto de estos cambios sobre el consumidor final, el Gobierno Nacional ha decidido reducir el Ingreso al Productor del Combustible Fósil en $179, pasando de $5.526 a $5.347 por galón. Esta medida implica un costo fiscal estimado en $387 mil millones y busca evitar un incremento sustancial en el precio del ACPM, alineándose con los compromisos pactados con los sectores de transporte de carga y pasajeros.
En 2024, el Gobierno Nacional subsidió $4.615 por cada galón de ACPM mediante el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles (FEPC), lo que generó un costo total de aproximadamente $10,6 billones para la Nación. Con estas medidas, Colombia continúa siendo uno de los países con los precios más bajos de ACPM en la región, con un valor 35,8% inferior al promedio.
Por otra parte, el precio de venta al público de la gasolina, referencia en Bogotá, también se ajustó, aumentando 91 pesos para quedar en 16 mil 085 pesos por galón.
Estos ajustes reflejan un equilibrio entre la necesidad de garantizar sostenibilidad fiscal y cumplir los compromisos adquiridos con los sectores clave de la economía nacional, al tiempo que se mantienen precios competitivos en el contexto regional.
